Hormigón

La restauración de hormigón pulido es una labor esencial para mantener la durabilidad, funcionalidad y estética de superficies de hormigón sometidas a desgaste. El hormigón pulido es una opción popular en la arquitectura contemporánea por su versatilidad y resistencia, pero con el tiempo y el uso, puede sufrir daños que requieren atención especializada.

La restauración de estas superficies implica un proceso meticuloso que comienza con la evaluación del estado del hormigón. Se identifican grietas, manchas, abrasiones y cualquier otro tipo de deterioro. Luego, se procede a la limpieza profunda para eliminar suciedad, aceites y cualquier otro residuo que pueda afectar la adherencia de los materiales de reparación.

Una vez preparada la superficie, se aplican productos específicos para reparar grietas y restaurar la integridad estructural del hormigón. Estos productos pueden incluir morteros de reparación, resinas epoxi o poliuretano, según las necesidades particulares del proyecto.

Después de completar las reparaciones necesarias, se lleva a cabo el proceso de pulido para devolver el brillo y la suavidad característicos del hormigón pulido. Este paso implica el uso de herramientas especializadas y abrasivos de diferentes granulometrías para lograr el acabado deseado.